El género de telenovela se puede identificar como algo propiamente latino, aunque es cierto que no dista mucho de los grandes seriales norteamericanos. Desde el inicio de la televisión, allá por los años 40, siempre ha habido series diarias, o con una producción más acelerada de lo habitual, que han desarrollado historias con un componente dramático principal. Centradas en los temas universales como el amor, el poder o la venganza, estos seriales ya se emitían en la radio, y conseguían aglutinar a millones de oyentes. Su paso a la televisión supuso también una nueva forma de enfocar este tipo de producciones. Eran casi teatrales, grabadas con varias cámaras a la vez, por la velocidad que se necesitaba para poder emitirlas todos los días. El género evolucionó y se hizo muy fuerte en Latinoamérica gracias, entre otras cosas, a la facilidad de su producción y sus costes relativamente económicos.
Con el tiempo, el género ha ido perfeccionándose y llevándose a cabo de una manera mucho más profesional. Tanto es así que hoy por hoy incluso Estados Unidos es capaz de crear telenovelas al estilo de Latinoamérica, con tropos que ya son muy reconocibles. Si bien el género cuenta con numerosos clichés que suelen repetirse una y otra vez, la forma en la que se cuenta la historia y el desarrollo de los personajes es lo que marca la diferencia. Las telenovelas colombianas siempre han tenido un gran prestigio dentro de este género, ya que el país cafetero ha sido uno de los principales productores de este tipo de seriales. Desde Café Con Aroma de Mujer a Betty La Fea, pasando por Pasión de Gavilanes o Sin Tetas No Hay Paraíso, Colombia ha sabido exportar talento a todo el mundo. Incluso las novelas más modernas, que se emiten en streaming, están teniendo un gran éxito, como en el caso de La Reina del Flow. Entre toda esa inmensa lista de nombres queremos destacar una serie que apareció en 2013, y que se ha convertido en una de las más alabadas de la industria. Se trata de La Promesa, una telenovela que huye del típico tono liviano de estas producciones para ahondar en un tema muy complejo: la prostitución forzada.
Una producción colombiana
Colombia ha conseguido convertir a la telenovela en un género exportable y muy vendible, seguramente su mejor producción audiovisual de cara al mundo. Las series producidas en el país se ven en medio planeta, y han tenido un gran impacto en países como Estados Unidos, México, Argentina o España. En el caso de La Promesa, este serial fue creado por CMO producciones y emitido originalmente por Caracol Televisión. Esta es una de las emisoras más populares de Colombia, y buena parte de su contenido estelar tiene que ver, de hecho, con las telenovelas. Se produjeron 60 episodios de 45 minutos, al estilo de las series dramáticas americanas, y curiosamente se emitió antes en mercados internacionales, en 2012, llegando un año más tarde a las televisiones colombianas. La serie fue grabada en cuatro países diferentes: Colombia, España, México y Panamá.
La historia de tres chicas engañadas
La Promesa cuenta con una historia muy dramática, cruel pero tremendamente realista. Y es que el serial ahonda en la vida de tres chicas de origen humilde que son engañadas para viajar a España con la promesa de una vida mejor. Sin embargo, acaban encadenadas a una red de prostitución, siendo obligadas a venderse sexualmente para pagar una deuda, y estando bajo el yugo de un proxeneta peligroso. Ana, Frida y Seleni jamás habían coincidido antes. No se conocían, pero han tenido la mala fortuna de caer en la red de prostitución y trata de unos peligrosos mafiosos. Así es como coinciden en un viaje a España, engañadas y pensando que van a tener un futuro laboral próspero. Pero las cosas no salen como esperaban.
Las tres chicas, jóvenes, ingenuas y vulnerables, se ven sumidas en una auténtica pesadilla de la que parece imposible salir. Con una inmensa deuda que deben pagar, obligadas por la propia red de trata a prostituirse, buscarán la manera de encontrar un futuro mejor. Las tres chicas crearán un fuerte vínculo entre ellas, ayudándose y apoyándose en todo momento para evitar desmoronarse cuando la situación se vuelve más compleja. La historia de Ana, Frida y Seleni es la de cientos de chicas que cada año llegan a España y otros destinos sexuales con falsas promesas, y acaban siendo obligadas a vender sus cuerpos. Una terrible historia que en La Promesa se ve reflejada de manera cruda, sin edulcorar ni romantizar, como ocurre en tantos otros productos.
La prostitución, un tema muy polémico
La Promesa no es la primera telenovela que trata el tema de la prostitución, ni mucho menos. De hecho, son varios los casos en los que este tipo de producciones han querido adentrarse en esta temática tan delicada. No obstante, sí que podemos admitir que la producción colombiana es una de las que mejor han sabido llevar este tema a la pequeña pantalla, de una manera realista y dura. La historia no está para nada exagerada, y al menos en el caso que cuentan, no hay dramatismo excesivo. Solo una horrible situación que debería concienciar mucho a los espectadores, ya que no estamos hablando de una historia inventada, sino cien por cien real.
La prostitución sigue siendo un tema muy polémico, especialmente en determinados países donde, a pesar de estar prohibida, se sigue dando. El debate en torno a los servicios sexuales, a las chicas que son obligadas a tener sexo con otros hombres por dinero, a las que deciden escoger este camino por propia voluntad… es espinoso. Y es que son muchas las voces que tratan de exponer su opinión en torno al tema de una posible abolición de la prostitución, o la regularización de la misma. Lo que sí parece evidente es que no se puede dejar de perseguir a esas redes de tráfico sexual que cada año engañan a miles de mujeres para obligarlas a prostituirse y quedarse sus ganancias. Gente sin escrúpulos que, de hecho, no tiene reparos en obligar también a menores de edad, embarazadas o mujeres muy vulnerables.
Su éxito en Colombia
La Promesa se estrenó en Colombia en 2013, precedida ya por el éxito internacional que había cosechado. Era una telenovela diferente, por la temática que trataba y por la forma en la que la enfocaba, pero desde luego, estaba llamada a ser uno de los estrenos del año. Las críticas fueron muy positivas, y se puso énfasis en destacar la manera en la que se trataba el tema de la prostitución. La serie se emitió durante todo ese año, con 60 episodios que obtuvieron un buen rating de audiencia. También logró llevarse un Premio TVyNovelas a la Mejor Producción Nacional Favorita en el Exterior, demostrando su alcanza internacional. A pesar de ese éxito, Caracol TV no renovó la producción, que quedó solo con una temporada.